¿Qué consecuencias tiene en la piel el estrés diario y la falta de sueño?
Cuando dormimos, nuestro organismo se repara física y mentalmente, regenerando la energía consumida durante el día. Para lograr esta regeneración son necesarias entre 7 y 8 horas diarias de descanso de calidad, con un sueño efectivo y reparador. Solo así, con un descanso profundo y relajado, nuestro cuerpo puede completar los diferentes ciclos y procesos metabólicos.
Si analizamos las causas que dificultan el sueño, debemos señalar al estrés como uno de los principales responsables. Así, cuando padecemos estrés o períodos de ansiedad, no solo nos cuesta mucho más conciliar el sueño, sino que también nos resulta mucho más complicado descansar de forma efectiva. Esta situación genera un aspecto cansado, piel apagada y deshidratada y aumenta la aparición de manchas, la flacidez y las arrugas de expresión.
